Lejos de Capernaum
De oficio publicano
Al servicio de Roma
Con celo tributario.
Recaudador de impuestos
A sus propios hermanos.
¡Qué tarea más ingrata
Para ser despreciado!
Indigno para todos
Bajo el yugo romano
Exprime a su pueblo
Y gana su salario.
Nadie lo mira bien
A Leví el publicano.
Solo con el tributo
Solo con su pecado.
¿Nadie Mateo? ¿Solo?
-sígueme- lo han llamado.
Y adiós humillaciones
De impuestos y denarios.
Ya nunca estará solo
Más bien acompañado.
Ha de cenar en casa
¡Y Jesús a su lado!!
Fuente: El Evangélico Digital